Las proyecciones son manifestaciones externas de nuestras alegrías, temores, sueños y creencias limitantes. Si queremos entender y cambiar nuestra realidad externa, debemos comenzar con el autoconocimiento y explorar el interior que nos moldea.
La forma en que los demás nos tratan refleja sus propias percepciones, valores y experiencias. Sus proyecciones pueden influir en cómo nos perciben y tratan.
Es esencial recordar que, en muchas ocasiones, la manera en que nos tratan no está relacionada con nuestro valor personal, sino más bien con la interpretación y proyección de sus emociones y perspectivas.
Es un recordatorio de que, somos espejos ambulantes, transmitiendo nuestras experiencias internas a través de la lente de nuestras acciones.
Dra. Nilmaris Segarra Méndez
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